LOS MOSTIOS 19 vs. LEBRONES Y PAVONES 29
Pista exterior Salesianos - Pozoblanco
Playoffs Final - 18 julio 2013 - 22:00
El equipo Mostio quedó tocado con la baja de sus principales baluartes: Pako, lesionado, y Juanba, en el sepelio de su abuela. A pesar de ello, la clase obrera Mostia se dejó el alma en una tarea digna de los trabajos de Hércules. Jorge, la bestia taruga, nos mató en la segunda mitad. Grandes campeones tanto dentro, como fuera del campo.
No voy a realizar en la crónica de la final otro relato de basket-ficción, como en el artículo anterior, pero una vez disputada la final no puedo dejar de pensar en qué hubiera pasado si Pako y Juanba no se la hubieran perdido. El base tuku tuku apareció con un brazo en cabestrillo y una amplia sonrisa en la boca ("Illo, no pasa ná, hay equipo de sobra pa ganar"). El segundo había recibido un mensaje camino de los Salesianos, su abuela había fallecido. Nos enteramos en los escalones del pabellón: Juanba no acudiría al partido. Tras un primer impulso para trasladar la final al lunes, diversos compromisos nos obligaban a disputarla en esa noche de jueves.
Y allí estábamos los Mostios, con una sensación de orfandad y rabia por los reveses que nos daba el destino. Le pedimos a Pako que hiciera de mister, pero finalmente tuvo que actuar de árbitro (otra extravagancia propia de una película de Buñuel y que trajo alguno de los momentos más surrealistas de la final; como cuando Pako decía al salir la bola de banda: ¡Saca mi equipo!).
Comenzó el partido con Javi defendiendo a Victor, para evitar sus rápidas penetraciones, Darkwin tapando a Jorge, mientras Román y Magic quedaban libres para tratar de llegar a las ayudas sin perder a su par. En la charla previa Pako nos pidió desparpajo, jugar sin miedo. En el primer ataque me planté en la frontal, pedí el balón a Javi y me jugué el triple. Dos a cero. El partido comenzaba fuerte. En mi imaginación me veía en condiciones de seguir la racha, pero eso sí que era baloncesto-ficción. En la primera mitad conseguimos contener los ataques de LYP (Lebrones y Pavones), que trataban de cortar hacia canasta una y otra vez, ya que el tiro exterior no les estaba dando resultado.
Falo salió para ayudar a controlar el rebote, sobre todo el defensivo, y para tratar de cogerlos al contraataque. Se colocó en un fuera de juego descarado, cual Palomero Iturriaga, pero no conseguimos sacar muchos frutos de esa jugada. El juego se embarrulló y los aros parecían no estar por la labor. Javi, nuestro puntal ofensivo en las semifinales, estaba tan cansado por defender a Victor y subir el balón superando la presión del Popi, que apenas pudo aportar dos canastas en todo el partido. Los demás quedamos más libres y lo aprovechamos en la medida de nuestras posibilidades. Así llegamos al descanso con unos guarismos muy bajos: 12 a 8.
La desventaja era pequeña, pero nuestra capacidad anotadora estaba muy mermada. Yo hice el mejor partido anotador de mi vida (acabé con 9 puntos de los 19 conseguidos por nuestro equipo) pero no fue suficiente. Todos dimos más de nuestro 100 % y aún así la final se acabó cuando Jorge dijo basta. Aprovechó su corpulencia para llevar a Darkwin hasta el poste bajo, allí, incluso con la ayuda de Román, Jorge siempre hacía daño: canasta, falta o asistencia. Álvaro fue el que mejor defendió a Jorge. Cuando lo tuve que cubrir yo, me sacó al perímetro y me clavó tres triples. El último, frontal y casi desde el medio campo, anulaba el tiro imposible que me había entrado a tablero desde el seis veinticinco con la oposición del propio Jorge y Victor.
Acabó así el Oratorio. Tres semanas de baloncesto y buen ambiente que han hecho muy liviano los viajes de vuelta a Córdoba a las tantas de la mañana. Gracias a todos los organizadores del torneo, en especial a Kiko, y a todos los Mostios: Juanba, Javi, Álvaro, Pako, Falo y Román por dejarme jugar con vosotros y por ensenarme tantas cosas.
Nos vemos el año que viene.
Se despide,
El Mago Morta
PD. Por favor, casi me olvido de mencionar a nuestros fans Zascandiles y a nuestra fotógrafa la Charo. Ole, ole y ole.