El partido fue bronco, fallón y con un predominio de las defensas sobre el ataque. Ninguno de los equipos conseguía marcar su ritmo y la igualdad era la nota predominante. Llegamos al final igualados y Rafa Villegas, a un minuto del final, tuvo dos tiros libres. Al anotarlos los tuku tuku obtuvimos una ventaja de tres puntos que, a la postre, resultó insalvable. Tras varias faltas sin tiro, puesto que aún no habían llegado al bonus, los Mercenarios contaron con dos tiros libres a tan solo 6 segundos del final.
Metieron el primero, no así el segundo, con el que trataban de empatar o incluso ganar el partido. Sin embargo, un titán venido de la república dominicana, capturó el rebote cuando aún estaba en el cielo y dio la victoria al equipo amarillo y negro.
La clave de la victoria estuvo en no dejar correr a los BBall Mercenarios, y lo hicimos controlando el rebote, monopolizado por un demonio llamado Martín, que si hubiera metido la mitad de sus tiros libres el partido habría estado finiquitado en el tercer cuarto.